Con el tiempo, la violencia causa estragos en la salud física y psicológica de la persona. Puesto que las consecuencias son numerosas y variadas, a menudo es difícil relacionar directamente el sufrimiento de la víctima con la violencia a la que está sometida. Una persona víctima de violencia presenta reacciones normales a una situación anormal.
Para obtener mayor información, consulte SOS violence conjugale (artículo en inglés)
Además de las lesiones físicas producto de una agresión, la violencia también tiene efectos indirectos sobre la salud física de las víctimas. La somatización debida al estrés constante, el síndrome de dolor crónico, los problemas gastrointestinales, la disminución de las funciones físicas y un estado de salud general deteriorado que puede provocar la discapacidad o la muerte.
Sucede lo mismo con la salud psicológica. La violencia afecta enormemente la salud mental de las víctimas y, en ocasiones, resulta difícil para los profesionales de la salud asociar los síntomas con la situación real que viven dichas personas. Los sentimientos de vergüenza, de culpabilidad y una baja autoestima pueden conducir a distintos estados:
- Depresión
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos alimentarios
- Trastornos psicosomáticos
- Trastornos del sueño
- Abuso de narcóticos
- Automutilación
- Pensamientos suicidas e intentos de suicidio
- Trastorno de estrés postraumático
Diversas investigaciones han demostrado también que la violencia afecta la vida sexual y el período de gestación de las mujeres víctimas, lo que pone en riesgo tanto a la madre como al feto. Esta situación puede tener también consecuencias como:
- Comportamiento sexual riesgoso
- Enfermedades de transmisión sexual o sanguínea
- Complicaciones durante el embarazo
- Embarazo no deseado o aborto forzado
- Aborto espontáneo o parto prematuro
- Depresión posparto
- Disfunciones sexuales
- Trastornos ginecológicos
Niños expuestos a la violencia
Los niños que han sido víctimas de la violencia o han estado expuestos a ella viven las consecuencias a distintos niveles. En general, viven con miedo, ansiedad y sentimiento de impotencia.